Exploramos la transición de las normativas de calidad del aire interior, dejando atrás el Reglamento RITE en favor de la actualización Eurovent 4/23-2022. Este nuevo enfoque, basado en las directrices de la OMS, simplifica la selección de filtros según el valor del aire exterior y el tipo de edificio. Además, destacamos cómo esta transición no solo mejora la calidad del aire, sino que también ofrece oportunidades para la eficiencia energética mediante la elección adecuada de filtros, marcando un cambio clave en la gestión integral de edificios.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios RITE de obligado cumplimiento en el diseño y la instalación de climatización y ventilación, tiene en su articulado el apartado de las exigencias mínimas de la calidad del aire interior que conlleva a una selección de elementos de filtración según la tabla 1.4.2.5. UNE-EN 13779
¿Cómo se debe decidir la elección del filtro correcto para una instalación actualmente?
En Europa, se considera que los criterios para definir la calidad de aire interior ( CAI ) deben actualizarse frente a las antiguas Normas o Reglamentos de los países miembros.
La norma Eurovent 4/23 ayuda a elegir fácilmente el filtro de aire adecuado en función de dos parámetros clave: el valor del aire exterior (basado en las directrices de la OMS) y el tipo de edificio o las actividades que se realizan en él.
La norma Eurovent 4/23 ofrece recomendaciones sobre el nivel mínimo de filtración del aire necesario en los edificios para ayudar a proteger a sus ocupantes contra los contaminantes nocivos del aire.
Además se debe tender a utilizar filtros de mejor eficiencia energética como mejora adicional en el coste de explotación en los edificios.
En conclusión, la adopción de la Recomendación Eurovent 4/23-2022 en lugar del Reglamento RITE representa un avance crucial en la gestión de la calidad del aire interior.
Al incorporar directrices actualizadas de la OMS, esta transición simplifica la elección de filtros, mejorando la protección contra contaminantes y ofreciendo, a su vez, oportunidades para la eficiencia energética en los edificios. Este cambio no solo responde a las demandas contemporáneas de salud ambiental, sino que también marca un hito significativo en la optimización integral de la calidad del aire y los costos operativos en los entornos construidos.
LCC Standard Report 04 (PDF)